Flan de huevo

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Muy buenas a todos 🙂

En estas fiestas navideñas me gustaría obsequiaros con una receta tradicional de las de toda la vida que es muy fácil de preparar y muy rica. Se trata del clásico flan de huevo. Os voy a dar la receta de mi madre, que más fácil imposible, así que no tenéis excusa para no hacerlo.

RECETA PARA 5 o 6 FLANES DE HUEVO (dependiendo del tamaño de los moldes individuales)

En primer lugar, preparamos el caramelo líquido.

La preparación del caramelo es un proceso teóricamente sencillo, pero tiene su intríngulis porque alcanza unas temperaturas muy altas y nos podemos quemar. Para removerlo utilizaremos una cuchara de palo (¡¡NO se debe utilizar nada de metal para remover!!). Podemos ponernos también unos guantes de horno, para no quemarnos.

  1. Ponemos en un cazo el azúcar con unas gotitas de limón (el limón evitará que se endurezca el caramelo, pero si echamos demasiado el caramelo no espesará). Calentamos a fuego medio el azúcar, SIN REMOVER (de vez en cuando, podemos mover el cazo, inclinándolo de lado a lado), hasta que se funda (hay que tener paciencia porque el proceso es lento). Entretanto, calentamos el agua en otro recipiente hasta que hierva (yo lo hago en el microondas).
  2. En cuanto se forme un caramelo dorado rubio (no esperar más porque si no amargará), sin retirar el cazo del fuego, echaremos el agua caliente (hemos calentado previamente el agua para que no haya tanto contraste de temperatura entre el agua y el caramelo), despacio y con mucho cuidado porque salta y sale vapor muy caliente, mientras removemos sin parar con la cuchara de palo hasta que se disuelva bien el caramelo.
  3. Una vez disuelto, dejamos hervir a fuego medio hasta que se evapore el agua y el caramelo adquiera la consistencia deseada y esa tonalidad ámbar oscura característica:

Retiramos del fuego y distribuimos el caramelo en nuestras flaneras.

Reservamos a temperatura ambiente mientras preparamos el flan de huevo.

  1. Precalentamos el horno a 175ºC
  2. Batimos todos los ingredientes del flan hasta formar una mezcla homogénea. Opcionalmente, podemos aromatizar la leche con vainilla, bien con extracto o bien con una vaina de vainilla (el procedimiento en este último caso sería el que ya explicáramos en nuestra anterior receta de natillas de vainilla)

    Podemos batir con la batidora o con unas varillas. Es aconsejable no batir con demasiada fuerza porque, de lo contrario, os saldrá una espuma (como en la foto), que luego en el horno se quedará en la superficie de los flanes y dejará una costra fea (evidentemente, es lo que me pasó a mí)… de cualquier forma, como al final se les da la vuelta a los flanes para presentarlos en el plato, tampoco creo que sea una gran tragedia 😉

  3. Repartimos la masa en nuestras flaneras individuales y las ponemos al baño María en una fuente para horno:
  4. Horneamos 40 minutos a 175ºC. Yo pongo la bandeja del horno en la tercera balda empezando por abajo, calor arriba y abajo, SIN ventilador. Antes de sacar el flan, podemos pinchar con un palillo en el centro para comprobar si están hechos, aunque debemos tener en cuenta que el palillo NO saldrá seco del todo. Si no sale masa líquida pegada al mismo, es que están hechos. Cuando sacamos los flanes del horno estarán tambaleantes y puede dar la falsa impresión de que no están hechos. Cuando se enfríen ganarán consistencia. Al sacarlos del horno, los sacamos también del baño María (con mucho cuidado, para no quemarnos) y los dejamos enfriar, primero a temperatura ambiente y después en la nevera, hasta la hora de servir.
  5. Para servirlos, pasaremos un cuchillo por el borde del flan, para despegarlo, y desmoldamos volcándolo sobre un plato (si vemos que no sale, insistiremos más con el cuchillo).

    ¡Mirad qué pintaza!! Pues igual de bueno sabe 😀

Y ya está. Con esta receta tan sencilla de mi madre obtendréis unos flanes perfectos y con una textura muy suave. Ya veis que no es necesario complicarse la vida para sacar un postre rico, rico y con fundamento 😉

¡¡FELIZ NAVIDAD!! 🙂

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