¡Hola a todos!
Sí, soy yo otra vez. Vuestra «respostera habitual» 😉
¿Que cuándo me convertí en adicta a la mantequilla de cacahuete? Pues hace ya casi la friolera de 20 años, cuando me fui a aprender inglés un verano al otro lado del charco… a Florida, más concretamente. Ahí conviví con una familia típica americana y -OH, SÍ- y con sus botes de mantequilla de cacahuete… Ni sé cuántas tostadas de mantequilla de cacahuete con mermelada de frutos rojos me pude zampar en un mes… En fin, que afortunadamente para mi salud, la experiencia fue relativamente corta y al volver a casa me despedí, no sin amargo pesar, de mi adorada mantequilla de cacahuete (bye, bye…). Y he podido vivir sin ella durante todo este tiempo hasta que, hace escasos años, una señorita (bueno, ahora ya señora) y su pasión por la mantequilla de cacahuete irrumpieron con fuerza en mi vida:
La culpa fue de una compañera de trabajo que, a sabiendas de mi afición reposteril, me recomendó su blog… y esa fue mi perdición, literalmente 😀
Los cupcakes más brutales que he hecho fueron los de Snickers, que hice con una receta de Alma, tras alguna que otra adaptación personal (aquella receta tenía una cantidad desmesuradamente ingente de mantequilla de cacahuete y de snickers, para mi gusto, lógicamente)… En este libro que os he enseñado (en el que hay recetas fabulosas, por cierto) y que me regaló mi amiga invisible el año pasado sale otra versión de aquella receta, en la que sustituye el relleno de la magdalena por toffe casero. Y yo os voy a presentar, nuevamente, mi adaptación personal de esta nueva receta.
Estos cupcakes son una auténtica BOMBA (calórica, glucémica y de todo) pero son, a su vez, los cupcakes MÁS RICOS que he probado jamás. En mi caso, si empiezo uno, no puedo dejar de comerlo. Son totalmente adictivos. ¿Conocéis las cholatinas de snickers? Pues saben exactamente igual, ¡pero multiplicado por 10!. El frosting está de muerte. Y el relleno de toffe es la guinda de pastel. Si os gustan el chocolate y los cacahuetes/ mantequilla de cacahuete, debéis hacerlos, por favor.
RECETA PARA 6 CUPCAKES
Toffe
En primer lugar, prepararemos el toffe casero con el que rellenar nuestros cupcakes. Si no sabéis cómo hacerlo, os remito a la receta infalible de mi anterior post. Reservar.
Magdalenas
- Precalentamos el horno a 175ºC
- Molemos el azúcar con el molinillo (este paso es opcional, pero yo lo hago siempre). Posteriormente, batimos el huevo con el azúcar, hasta formar una mezcla espumosa. Utilizamos para ello la batidora de dos varillas o el robot de cocina.
- Incorporamos después la nata, el extracto de vainilla y el aceite. Batimos bien todo hasta incorporar.
- Tamizamos en un bol aparte la harina, el cacao y el gasificante (fundamentalísimo que recordéis lo que os expliqué sobre el gasificante en mi última receta) y, después, los añadimos a la mezcla anterior. Batimos hasta formar una mezcla homogénea.
- Rellenamos las cápsulas (yo utilizo cápsulas de papel, que introduzco dentro de cápsulas de silicona para que no se desparrame la masa), no más de 3/4.
- Horneamos 18 minutos a 175ºC (yo pongo la bandeja del horno en la segunda balda empezando por abajo), calor arriba y abajo, sin ventilador. Antes de sacar las magdalenas pinchamos con un palillo. Si no sale limpio, las dejamos 2 minutos más (transcurridos esos 2 minutos, volveríamos a comprobar con el palillo y así sucesivamente). Una vez que el palillo salga limpio, las sacamos del horno, dejamos templar 5 minutos sobre la bandeja del horno y, a continuación, sacamos las magdalenas de las cápsulas de silicona y las dejamos enfriar sobre una rejilla.
Cómo desearía que pudierais oler estas magdalenas… Mmmmmmm
Frosting
- Fundimos el chocolate (el chocolate que yo uso es Lindt Postres 70%) en el microondas (yo lo caliento 2 minutos, a 640ºC, y luego lo remuevo bien con una cucharilla hasta que se termine de fundir bien). Reservar.
- Batimos la mantequilla (debe estar a temperatura ambiente) con el icing sugar tamizado, hasta obtener una mezcla suave, cremosa y homogénea. Para ello, deberemos batir durante un buen rato. Al principio, el proceso es especialmente peliagudo (hay que tener paciencia) y debemos cubrir el bol (yo lo cubro, como puedo, con la mano) para que no se llene la cocina de una nube de azúcar. Llegará un momento en el que la mezcla se torne cremosa. En ese instante, debemos seguir batiendo, a velocidad alta, hasta montar bien la mezcla y que adquiera una consistencia similar a la de la nata montada.
- Añadimos el chocolate (IMPORTANTE: cuando esté casi frío) a la mezcla anterior y batimos generosamente, durante al menos dos o tres minutos, hasta formar una suave y cremosa buttercream chocolateada.
- Por último, añadimos la mantequilla de cacahuete y seguimos batiendo durante aproximadamente un minuto hasta integrar muy bien.
Éste es el frosting una vez terminado. ¿Tiene buena pinta o no?
Cuando las magdalenas estén frías (por favor, tened paciencia porque esto es muy importante), las descorazonamos y las rellenamos con el toffe casero (con una cucharilla y con cuidado; no creo que haga falta usar la manga pastelera para ello). Posteriormente, pondremos el frosting, esta vez sí, con ayuda de la manga pastelera. Como soy un desastre nato, nuevamente tuve problemillas técnicos a la hora de poner el frosting y me han quedado un poco cutres (para qué lo vamos a negar). Pero el sabor, ohh, el sabor… mmmmmmm
Absolutamente brutales…
Respecto a la conservación, mi consejo es que no los metáis en la nevera. porque se petrificará el frosting, literalmente. Creo que lo mejor es que los hagáis y los comáis en el día o al día siguiente.
PD: Nata, haz el favor de hacer estos cupcakes a Martín. Te lo ganarás por siempre jamás 😉